Es difícil cuantificar por qué un entrenador y no otro es considerado el mejor para un premio. Suele ganarlo el que dirige al equipo campeón. Pero es más fácil de entender si ese galardón es elegido única y exclusivamente por el resto de técnicos. 

En el caso de la máxima competición continental de baloncesto, confluyen los dos casos. Chus Mateo, que ya ganó el torneo la pasada campaña, en su debut como máximo responsable de los blancos, se ha ganado el aprecio de sus compañeros de profesión y rivales este curso. 

Merecido por cuanto el Real Madrid, en un inicio extraordinario en el que ganó sus diez primeros encuentros, ha sido el campéon de la fase regular y ha llegado a la Final Four para defender su corona tras avasallar por 3-0 al Baskonia mientras que el resto tenía que forzar hasta un quinto encuentro en sus respectivas eliminatorias. 

Laso, Pascual y Mateo

El Trofeo Gomelskiy lleva el nombre del fallecido entrenador del Salón de la Fama, que fue cuatro veces campeón de la Euroliga, seis veces ganador del Eurobasket, medalla de oro olímpica y dos veces ganador de la Copa del Mundo de Baloncesto.

Chus Mateo es el tercer entrenador español que gana el premio y el segundo del Real Madrid. Pablo Laso fue el Entrenador del Año con el Real Madrid tanto en 2014-15 como en 2017-18, mientras que Xavi Pascual ganó el premio en 2009-10 con el FC Barcelona.

Mateo terminó por delante de Ergin Ataman, del Panathinaikos, y de Oded Kattash, del Maccabi Tel Aviv.