Hay días en los que todo sale torcido por mucho interés y ganas que le pongas. Da igual lo que planees, lo que intentes o el apoyo con el que cuentes. Eso le pasó al Valencia, con casi 45.000 almas alentándole para seguir soñando con la clasificación europea, ahora a cinco puntos a falta de solo 12 por jugar.
Había ilusión en Mestalla viendo a Jaume Doménech casi dos años después como guardameta de inicio por la sanción a Mamardashvili. Pero eso apenas duró media hora. En un despeje, el de Almenara se lesionó y abandonó el terreno de juego entre lágrimas. Eso sí que es mala suerte. Lo curioso es que en su lugar salió Rivero, que llevaba tres años sin jugar un partido oficial, justo desde que ascendió al primer equipo. Y se puso el brazalete de capitán. Lo que son las cosas.
Todo esto fue lo más interesante que se puede contar de lo que ocurrió en la primera parte, que transcurrió con un ritmo lentísimo y con un reparto de ocasiones claras. Diego López erró una oportunidad clara que envió al limbo, y Kike Pérez dio la respuesta con un disparo al palo. Todo quedaba pendiente de la segunda parte.
La estrategia da la salvación
Los de Rubén Baraja mejoraron sus prestaciones ofensivas con la entrada de Sergi Canós y la habilidad de Peter Federico, cosido a faltas. Pero no les dio para batir a Sivera porque el Alavés dio una lección de orden y concierto, de colocación y ajustes. Y encima, se encontraron con un el 0-1 a balón parado. Un saque de esquina en el que Javi López, solo en el segundo palo, remachó a la red sin que Rivero pudiera evitarlo.
El Valencia buscó con más ahinco el empate y casi lo consiguió, pero el gol de Diego López no subió al marcador por fuera de juego. Con más nervios de lo habitual, con mucha tensión en el banquillo y en el césped, siguió intentándolo, pero no hubo forma. El Alavés se llevó el triunfo, tercero consecutivo, y con él la continuidad una temporada más en la élite del fútbol patrio.
Jugador Flashscore del partido: Javi López (Alavés).