Liga de Campeones: El futuro incierto del Bayern de Múnich tras su adiós ante el Real Madrid

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El futuro incierto del Bayern de Múnich tras su eliminación de la Liga de Campeones

El entrenador del Bayern de Múnich, Thomas Tuchel
El entrenador del Bayern de Múnich, Thomas TuchelAFP
La eliminación del Bayern de Múnich en la Liga de Campeones a manos del Real Madrid el miércoles dará el pistoletazo de salida a un verano de reflexión en el que el gigante alemán se enfrenta a un futuro incierto.

A sólo 12 meses de albergar la final de la Liga de Campeones en su estadio, el Allianz Arena, el Bayern iniciará un verano de reconstrucción sin saber quién ocupará el banquillo la próxima temporada.

Tras ser destronado como campeón de Alemania por primera vez en 11 años por el Bayer Leverkusen de Xabi Alonso, la Liga de Campeones del Bayern ofreció una sensación de salvación a un club sumido en el fango, en gran parte por su propia culpa.

El Bayern acordó en febrero separarse de su entrenador, Thomas Tuchel, tras quedar por detrás del Leverkusen en la lucha por el título. A pesar de que se habló de una "decisión mutua", Tuchel declaró entonces que hubiera preferido seguir en el cargo.

Aunque la cotización de Tuchel ha subido desde entonces tras llevar al Bayern a pocos minutos de la final de la Liga de Campeones, varios candidatos han rechazado ya la posibilidad de sustituirle como entrenador.

Xabi Alonso, Julian Nagelsmann y el exentrenador del Manchester United Ralf Rangnick han declinado el interés del Bayern.

La eliminación en el último minuto, encabezada por las frustraciones arbitrales y un error inusual del capitán y portero Manuel Neuer, significa una primera temporada sin trofeos desde 2012. Y eso es siempre un resultado impensable en Múnich. Pero con el Borussia Dortmund en la final de la Liga de Campeones y el Leverkusen camino del triplete, el Bayern tiene mucho sobre lo que reflexionar.

Una derrota muy dolorosa

En una cena de gala en un restaurante gourmet de Madrid, horas después de la eliminación, el director general del Bayern, Jan-Christian Dreesen, habló con jugadores y directivos del club, entre ellos Tuchel y el presidente de honor, Uli Hoeness.

Dreesen reconoció la "derrota muy dolorosa", pero dijo que la final de la Liga de Campeones de 2025 "en casa es nuestro gran objetivo ahora".

El discurso del exbanquero, destinado a cortar la decepción en la sala, fue recibido con aplausos esporádicos.

Hoeness, que ha dejado oficialmente sus funciones en el club, pero sigue siendo el principal agente de poder del Bayern, criticó hace apenas 15 días a Tuchel por su incapacidad para desarrollar a los jugadores de la cantera.

"No cree que se pueda mejorar a (Alphonso) Davies, (Aleksander) Pavlovic o (Jamal) Musiala. Cree que si no funciona, hay que comprar a otro. Yo creo que hay que trabajar con ellos y darles confianza".

Que los tres tuvieran un papel estelar el miércoles -con Davies marcando el único gol del Bayern y el muniqués Pavlovic anclando el centro del campo defensivo- sólo sirve para resaltar las críticas equivocadas de Hoeness.

Me encantó mi estancia en Inglaterra

Tuchel dijo que Hoeness había "herido su honor como entrenador", pero para el Bayern las declaraciones no sólo erosionaron cualquier posibilidad de retener a Tuchel, sino que alejaron a otros potenciales objetivos del puesto.

Tuchel había dejado previamente la puerta entreabierta a permanecer en el Bayern más allá de esta temporada, pero dijo el miércoles por la noche que "no es ningún secreto que me encantó mi tiempo en la Premier League con el Chelsea y en Inglaterra".

El director deportivo del Bayern, Max Eberl, en el cargo desde marzo, se enfrenta a varios retos sobre el terreno de juego. La decisión de Alonso de rechazar al Bayern, así como el supuesto interés del Liverpool y el Real Madrid, significan que el Leverkusen volverá a ser una amenaza real la próxima temporada.

Puede que el Dortmund sea quinto en la liga esta temporada, pero podría afrontar la próxima campaña como campeón de la Liga de Campeones.

Varias de las grandes estrellas del Bayern, como Leon Goretzka, Kingsley Coman y Serge Gnabry, están rindiendo por debajo de lo esperado, lo que no justifica sus abultados salarios.

Los defensas Dayot Upamecano y Kim Min-jae, que costaron en conjunto 92,5 millones de euros, se han quedado en el banquillo en los últimos meses, mientras que Eric Dier, al que no quisieron en el Tottenham, es preferido como compañero de Matthijs de Ligt en el centro de la defensa.

Además, los mejores jugadores del club ya superan por mucho la treintena. Neuer, que impresionó a pesar de su error, tiene 38 años, y Thomas Mueller cumple 35 este año.

Harry Kane, sin duda la estrella del Bayern esta temporada con 44 goles en 45 partidos, cumplirá 31 en verano.

La combinación de estos retos significa que el Bayern, sin trofeos y sin entrenador, se enfrenta al mayor desafío a su hegemonía en una generación.