Ernesto Valverde seguirá en el plantel vizcaíno tras un curso para el recuerdo: campeones de la Copa del Rey y con billete para la Europa League. Llevaban cuatro décadas sin sacar la gabarra y más de un lustro sin participar en un torneo de ámbito continental, un doble logro que pone en valor a la figura del entrenador (por la filosofía de la entidad, de hecho, la plantilla suele experimentar pocas modificaciones entre una campaña y otra).

"Es una ilusión nueva poder dirigir un año más al Athletic, con todas las incertidumbres con las que luego se afronta. Ha sido un año especial, diferente e histórico. El que viene será más difícil porque hay más competiciones. Tenemos ganas. A ver si podemos darle una vuelta de tuerca más a este proyecto y hacer un poco más grande a este club", apuntó después de firmar la ampliación de contrato.

"Desde luego, yo lo agradezco porque sabemos cómo es el fútbol y el nivel de exigencia que tiene. El hecho de que vuelvan a confiar en mí es algo que, lógicamente, me gusta. Este es mi club. Al mismo tiempo es una gran responsabilidad por tener que devolver toda esa confianza que depositan en mí, igual que por toda la gente que me apoya día a día en Lezama. Ese ambiente de trabajo es fundamental para mí", agregó el ex del Barcelona.

El Txingurri, quien recordó que llegó en calidad de fichaje allá por 1990, puso el foco en la importancia de mantener el fuerte vínculo que hay entre los seguidores rojiblancos y la propia plantilla: "Hay que venir cada día a San Mamés a intentar ganar y hacer un juego con el cual los aficionados puedan identificarse, además de tratar de que más gente se haga del Athletic cuando vamos por los campos a representarlo".