"En primer lugar, el sentimiento es de tristeza, como no puede ser de otra manera después de no conseguir el objetivo", reconoció el entrenador español en rueda de prensa en el Parque de los Príncipes.
El asturiano achacó en parte a la mala puntería que su equipo no sacase el billete para la final de Wembley el 1 de junio. "Si analizamos el partido no hemos sido inferiores, hemos dado al palo seis veces (en la eliminatoria), y hoy hemos disparado 31 veces, pero esto premia al que marca gol, no al que dispara el poste".
En su primer curso al frente del banquillo galo, el que fuera seleccionador de España eludió poner nota por el momento a la temporada, en la que los suyos han conquistado matemáticamente la Ligue 1 francesa. "El objetivo que me marqué era intentar disputar al máximo todos los trofeos. Cuando acabe la temporada, después de la final de Copa, veremos lo que hemos conseguido", declaró el gijonés.
Luis Enrique reconoció que el PSG, que recibió el gol de Mats Hummels en un córner, "no es un equipo muy poderoso a balón parado", aunque tienen "otras virtudes".
"Éste es mi estilo, mis equipos se caracterizan por tomar riesgos. He visto a un equipo con un espíritu competitivo único, con un derroche físico envidiable, con una afición única, que es justa y valora si eres un equipo que trabaja, que suda la camiseta, que no da un balón por perdido", indicó.
"Estoy muy satisfecho con los dos partidos. Han hecho lo que yo les he pedido. Me encanta el espíritu del equipo en los dos partidos, lo que me transmite, es muy bueno. Se puede mejorar, yo soy el primero que quiere mejorarlo el año que viene", señaló antes de proclamarse como "único responsable de la derrota", aunque insistió en que "volvería a tomar las mismas decisiones".
Para concluir, 'Lucho' instó a "pensar en el partido del Toulouse, que será el último de la temporada en casa".