Es un clásico de las piscinas, siempre apasionado, aguerrido, con juego subacuático y con dosis de calidad. La que puso Perrone, el gran capitán, desde el inicio del partido ante los italianos. Él fue quien golpeó primero para mandar el mensaje de que España quería estar en la final. 

Munárriz logró el segundo después de una gran defensa, donde el portero, Unai Aguirre, estuvo colosal durante todo el encuentro. Velotto estrenó el marcador rival antes del fin del primer cuarto. La defensa de los chicos de David Martín era colosal, incluso en tiempos de inferioridad numérica, lo que le permitió salir rápido para escaparse 4-1 gracias a Granados y a Mallarach. Y porque Munárriz falló un penalti... 

Qué defensa española

Con esa clara ventaja, nunca decisiva ante los transalpinos, se marcharon al descanso. Y al volver, las defensas de ambos equipos superaron a los ataques. No hubo más tantos hasta que Bustos acertó a meter el quinto a tres minutos del final del tercer cuarto. 

Todo parecía encarrilado, pero Italia nunca se rinde. Incluso estando 26 minutos de reloj parado sin anotar. Rompió la sequía Condemi (5-2), y aunque respondió de penalti Granados, de nuevo Condemi y Di Somma apretaron el resultado (6-4). Nada que no pudiera solventar Perrone con un séptimo tanto y una victoria que permite soñar con el título europeo a España.