No hubo más historia que la que quiso escribir España en un encuentro sencillo para los chicos de David Martín, que se dieron un festín con seis goles de Granados y cuatro de Tahull y Sanahuja. 

En el primer cuarto, el marcador ya reflejaba la enorme diferencia de calidad entre ambos equipos (6-2). Fue una exhibición de Granados, que anotó tres goles en apenas seis minutos, imparable. La diferencia siguió aumentando en el segundo, con goles de todos los tipos, de vaselina, de latigazo mirando hacia otro lado... al descanso, 10-4 con Sanahuja como pilar más destacado. 

Mientras los rumanos, con los brazos bajados, no daban la talla, los españoles se gustaban anotando más y más goles para machacar al contrario y poner un 14-4 en apenas cuatro minutos desde la reanudación. 

En los últimos diez minutos, tras un 7-1 en el tercer cuarto (17-5), no se quiso bajar el pistón y el 7-2 de parcial da buena muestra de ello. Al final, victoria incontestable por 24-7 y España que mantiene sus aspiraciones al título y a la plaza olímpica. Sólo hay una y para evitar problemas, sólo el oro te lo garantiza.